sábado, 28 de abril de 2012

Los meses del vacío.


Todo ha vuelto a empezar,
vuelvo a sentir la angustia
de un vacío perpetuo;
todo se repite de nuevo,
tus ojos: todo.

Eso de las miradas introspectivas
nunca fue mi punto fuerte,
y cada mañana me pido perdón
por esas estupideces voraces que cometo
de manera cíclica como el pájaro
que muere una y otra vez
por el mismo disparo, por la misma bala:

podría enamorarme de ti un día
y otro y otro, y otro y  otro,
como quien se enamora de la vida,
o de una espina fieramente clavada
o de un espasmo agónico,
o de la sensación desapacible de la muerte.

Podría enamorarme de ti a diario,
sin apenas recordar tus venas
entre mi piel lastimera bailando,
como quien se enamora de un vicio,
como quien, airado y harto de una vida
de fútiles sensaciones insulsas
adquiere el vicio
de un amor vacío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario