lunes, 30 de enero de 2012

"Las balas azules"

EL FIN

Se acabaron los vítores
el laurel sobre mi testa se pudrió,
finó la tinta,
el águila y la serpiente murieron,
y se humedeció la tea.

Me quedo solo,
en mi cuarto-torre-cuadra,
sin nada que hacer,
sin nadie con quien hablar.
Y veo que el cielo corta
casi de manera imperceptible,
el pasado y el futuro,
lo que me permite llorar
a lágrima viva.

2 comentarios:

  1. Poema sórdido, lleno de desasosiego, sin lugar a la esperanza, no parece quedar un lugar para ella, con versos que cortan como un cuchillo, con un final que sólo deja sitio para el llanto.

    Un saludo.

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  2. Muchísimas gracias por su comentario, F.E.León. Muy acertada la descripción que hace. Son versos agónicos.
    Un saludo.

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